miércoles, 8 de octubre de 2008
Esta receta la aprendí de la madre de mi novio (y de ahí el nombre del plato).
- Pechugas de pollo.
- Un limón.
- Dos ajos picados.
- Una cucharada de harina.
- Agua.
- Aceite.
Freir las pechugas con un poco de aceite y reservar. En la misma sartén añadir un poco más de aceite si es necesario y freir los ajos picados. Cuando estén hechos añadir la harina y sofreirla. Incorporar el zumo de medio limón y algo más de medio vaso de agua.
La salsa no debe quedar demasiado espesa, así que añadir el agua que sea necesario a ojo. Dejar cocer unos minutos. Si las pechugas se han enfriado incorporarlas a la sartén con la salsa para que se calienten. Servir con pan.
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